Luz y Color
Desde siempre, la fotografía fue para mí un complemento de los viajes, que eran sin duda mi gran pasión. Pero en un momento determinado, hace pocos años, esa pasión se trasladó también a la fotografía y ambas empezaron a ir de la mano.
También debo reconocer que durante unos cuantos años, mi fotografía, aún intentando hacer las cosas lo mejor posible, no pasaba de ser puramente documental, con más o menos acierto fotográfico.
Por otro lado, la pintura siempre me ha atraído enormemente. Mi predilección por los movimientos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del XX, y especialmente las pinturas de Paul Cézanne, con su colorido limpio y equilibrado, y Pierre Bonnard, con sus colores aplicados de forma armónica dentro de unas formas poco definidas.
La fotografía y mis preferencias a la hora de disfrutar de la pintura, tenían que confluir en algún momento.
Fue a partir de la primavera de 2017, en un viaje a los Países Bajos y Bélgica, donde quise trasladar a mi fotografía esos gustos pictóricos. En el otoño de ese mismo año, hice un viaje al Parque Provincial Algonquin, Ontario, Canadá, para fotografiar su colorido y brillante otoño. Las condiciones climatológicas hicieron que ese año no hubiera otoño, apenas algunas hojas de color en unas pocas ramas de los árboles. Mi momentánea frustración allí esos días, me llevó a dar el paso definitivo para intentar hacer una fotografía más personal, donde el color, suave y controlado, la luz delicada y las escasas formas fueran las únicas protagonistas... Y en ese camino estoy.